lunes, 12 de mayo de 2008

Perspectiva personal sobre el conflicto

Durante los primeros días de clase, realizamos una serie de cuestionarios con preguntas relacionadas con nuestra percepción del conflicto y entre ellas se nos pedía que dijésemos si éste era algo positivo o negativo para nosotros y, por lo tanto, si en nuestra opinión, el conflicto puede considerarse deseable o incluso necesario para la convivencia, o de otro modo, este debe evitarse siempre que sea posible.

En aquella ocasión, tanto yo como la mayor parte de los alumnos de clase, respondimos que la palabra conflicto nos evocaba pensamientos negativos y por eso siempre que es posible la mayoría de la gente trata de evitarlo. Nuestra respuesta estuvo fundamentada principalmente en la idea general que la sociedad tiene del conflicto y en las connotaciones negativas que tradicionalmente se le atribuyen al mismo.

De hecho si buscamos la palabra conflicto en el diccionario encontramos algunas definiciones como las siguientes:
- Combate, lucha, pelea.
- Apuro, situación desgraciada y de difícil salida.
- Coexistencia de tendencias contradictorias en el individuo, capaces de generar angustia y trastornos neuróticos.

Por lo tanto, en mi opinión el surgimiento del conflicto es efectivamente algo negativo en si mismo, es una experiencia que nos ocasiona malestar, tensión y preocupación, y de hecho, desde el momento en que surge, intentamos hallar algún método para solucionarlo.

Sin embargo, y acorde con lo mencionado anteriormente, opino que las consecuencias que se pueden derivar del intento de solución de un determinado conflicto pueden acarrear consecuencias que sí pueden resultar en gran medida enriquecedoras y valiosas para las partes en cuestión.

El hecho de tener un determinado conflicto con otra persona, produce que ambas utilicen toda su capacidad para intentar solucionarlo, si es que éste les afecta verdaderamente. De este modo, se consigue que la posibilidad de encontrar soluciones satisfactorias sea mucho mayor, y que éstas además, puedan ser aplicadas en otras situaciones similares. El intento de resolución supone, por lo tanto, un avance, una evolución y una nueva salida que podemos utilizar, tanto nosotros mismos, como otras personas ante ese mismo tipo de casos.

El avance de la especie humana se basa, de hecho, en el desarrollo de la capacidad racional, y ésta última se ve especialmente impulsada ante problemas de alta complejidad que requieran del intelecto para poder ser solucionados. Desde los inicios, han existido situaciones difíciles a las que las personas han tenido que enfrentarse, y gracias a ellas, esas personas y las generaciones posteriores, hemos aprendido nuevos valores y formas de actuación.

El conflicto estimula además otra gran capacidad, la cualidad de las personas para conseguir convencer a la otra parte, de que su teoría es cierta, siempre que seamos capaces de avalarla con argumentos suficientemente creíbles.

El más claro reflejo de esto último son los sistemas de gobierno basados en la democracia.

El pilar básico de la democracia es el conflicto, que surge como consecuencia de la diversidad de opiniones. El hecho de que existan diferentes puntos de vista y que todos ellos sean expuestos y defendidos es el principio fundamental de nuestro sistema social actual. Todos tenemos una opinión y tenemos derecho a exponerla y a intentar transmitir a la gente las razones por las cuales pensamos que las cosas son así.

Resumiendo todo la anterior, el conflicto es negativo por definición, pero al mismo tiempo es intrínseco al ser humano. Sin embargo, las experiencias y aprendizajes que se derivan del intento de solución de las situaciones conflictivas constituyen, en mi opinión, una de las principales causas en las cuales se sustenta el desarrollo y capacidad de aprendizaje humanos.

Ole los cojones del que haya conseguido leer hasta aqui!

Un abrazo!!

2 comentarios:

agitador dijo...

Primero, ole mis cojones y segundo, decir que un mundo sin conflictos sería un coñazo! Pero no entendamos por conflictos solo los armados ...

1saludo

Anónimo dijo...

Juniork, se te va un poco la olla a veces, ¿no? Creo que con esta entrada habéis perdidos los innumerables lectores que teníais.
¡No queremos pensar, queremos frivolidad!